18 de agosto de 2014




Sería ridículo decir que tu risa me inspira
o que tú creas en mi ese efecto.
Porque en realidad sólo sabes hacer daño
y que tu arma letal es precisamente esa.
Tu risa.
Que con ella matas.
Que con ella enamoras.
Y es más de lo mismo.
Sería ridículo decir que no dejé pasar el tiempo entre mis manos,
porque fue una locura,
sin cura,
pero fue la solución.
Y lo perdí.
Y te perdí.
Sería ridículo decir que en mi mente sólo anidan recuerdos,
porque anidas tú,
mi constante pesadilla,
mi constante perdición.
Sería ridículo decir que te versé,
porque no supe escribirte,
ni recitarte,
la tinta se emborronó con lágrimas,
y finalmente,
sólo quedó la pluma rota,
el artista herido,
y el papel manchado.
Él , tampoco supo versarte.